El arte no es suficiente: Una conversación con Artur Zmijewski

Por Yuneikys Villalonga

En los últimos días del año pasado, un público habanero de estudiantes y personas interesadas en arte tuvo la oportunidad de dialogar con el artista polaco Artur Zmijewski. Como se ha vuelto ya costumbre, la Cátedra Arte de Conducta y el Centro Teórico-Cultural Criterios unieron fuerzas para presentar algunos de sus trabajos y dar lectura a su ensayo “Artes Sociales Aplicadas”[i].

Zmijewski es conocido por sus polémicos proyectos en video, donde realiza experimentos sociales que casi siempre resultan en una fuerte confrontación con el público. Indaga en procesos de la memoria, en el lenguaje y en la realidad social. Su tratamiento de cuestiones relacionadas con la identidad nacional, en especial con el conflicto judeo-polaco y los traumas físicos y psicológicos del individuo y de la Sociedad, entre otros temas escabrosos, le han ganado un puesto entre las figuras de la plástica más controversiales en estos momentos, a escala internacional.

Sin embargo, por otro lado, este creador se ha convertido en uno de los intelectuales más influyentes de la escena pública polaca contemporánea. Esto se debe a su multidisciplinaria labor, desde hace algunos años, en la revista “Crítica Política” (Krytyka Polityczna), que considera parte fundamental dentro de su quehacer artístico. Este proyecto está tratando de nuclear, de revivir desde Varsovia, el pensamiento de una inteligencia de izquierda ante la presencia de una derecha reaccionaria y dominante en Polonia.

Aproveché la visita de Zmijewski a La Habana para buscar algunas otras respuestas que sirvieran de complemento a su presentación artística en la sede de Criterios y al taller que condujo con los alumnos de la Cátedra de Arte de Conducta, en casa de Tania Bruguera.

Yuneikys Villalonga- En una de tus entrevistas anteriores, apuntas a la necesidad que tienen el arte y la ciencia de conducir experimentos éticamente turbios, teniendo el código penal por límite. “El arte sigue eludiendo el control social y practicando sus irresponsables y riesgosas actividades”[ii].

Sin embargo, a juzgar por la amplia gama de trabajo social y político que realizas (como editor de arte de Crítica Política; como artista preocupado en cuestiones sociales, políticas, históricas; como curador eventualmente) pudiera decirse que tienes un concepto bastante holístico de responsabilidad intelectual. ¿Cómo resuelves esta relación dialéctica?

Artur Zmijewski – Estoy mayormente interesado en el arte que ofrece respuestas, que propone algo para la Sociedad. Un arte socio-político, que critica la Realidad; que trata de tener conciencia de lo que está pasando. Un arte que hace proposiciones, que da consejos; que de alguna manera, ofrece respuestas.

La mayoría de la gente piensa que los artistas sólo deben plantearse preguntas existenciales sobre la Vida y la Muerte y cosas como esas. Esto no me interesa mucho. Creo que el arte debe participar de la vida social y política con iguales derechos. Necesita tener los mismos derechos que otros discursos, como el político o el científico. Por supuesto, esto está fuertemente conectado con la responsabilidad, porque si se hace una propuesta, se ha de tener responsabilidad por ella y por su continuidad. Es muy fácil formular preguntas; lo difícil es producir respuestas y ser responsable de ellas: de los cambios que puedan acarrear consigo. Proponer es siempre riesgoso. Los artistas deberían pensar más en las consecuencias de sus actividades. Incluso cuando declaren que no pretenden incidir o cambiar nada, de hecho, siempre intervienen la realidad. Se debería de pensar en cuál sería la respuesta, la reacción de la Realidad.

YV- Fuiste estudiante del profesor Grzegorz Kowalski[iii]. Durante los años de estudio en la Academia de Bellas Artes de Varsovia tuviste la oportunidad de ser partícipe de lo que él llama didáctica de asociación, a través de su proyecto pedagógico “Espacio común, espacio privado”[iv]. Estas ideas parecen haber influenciado tu formación y la de otros artistas de tu generación, aunque sé que difieres en algunos aspectos (como, por ejemplo, en lo concerniente al resultado del proceso artístico y en última instancia, a la relación misma con lo real). ¿Podrías explicar un poco algunas de estas ideas y hablarme de tus experiencias en particular?

AZ- Con Kowalski, el resultado artístico no era importante, sino el proceso mismo. Necesitábamos seguir una idea: una meta interna. Necesitábamos buscar la respuesta que provenía de la realidad: de la comunidad en donde vivíamos. Y no es que él estuviera interesado en aplicar ideas producidas por personas discapacitadas socialmente o personas de la clase trabajadora, etc. Tampoco estaba orientado a la crítica del arte burgués, o algo similar[v]. Se trataba de encontrar nuestro rol dentro de la Sociedad. El propósito, en las clases de Kowalski, era la formación de un personal artístico capacitado para servir a su comunidad a partir de sus capacidades y habilidades.

YV- En una experiencia previa con la Cátedra de Arte de Conducta, los estudiantes cubanos demandaban del artista foráneo invitado un espacio para cuestionar lo que él estaba enseñando: para decir “no, estás equivocado” o “no nos gusta este enfoque”. Este tipo de reacciones vienen de una tradición de experimentación pedagógica que han implementado artistas profesores como René Francisco Rodríguez o Lázaro Saavedra, entre otros, desde el Instituto Superior de Arte (a veces, incluso, desde sus casas). Profesores como ellos han impuesto altos estándares a la educación de arte en Cuba. Proponen una renovación de la estructura pedagógica que también hace énfasis en la experiencia colectiva, en el rol del artista dentro de la sociedad y dentro del arte, etc.

Creo que el proyecto de Kowalski tiene muchas similitudes en este sentido y deberían ser estudiados comparativamente…

AZ- Sí, existe una idea similar a esta experiencia de la Cátedra en Kowalski. En lo concerniente a la relación con los estudiantes, estaba permitido decir “no, no estoy de acuerdo”. Se podían entablar profundas discusiones con el profesor, a iguales términos. Una vez que se entraba en su estudio, él comenzaba a tratar a sus discípulos como personas con las mismas capacidades y posibilidades que él para conducir una investigación o producir algo.

Estas ideas en Polonia, no obstante, provienen de una tradición mucho más larga y son desarrolladas anteriormente por sus profesores Oskar Hansen y Jerzy Jarnuszkiewicz. (Hansen es escandinavo, pero su familia vivió en Polonia. Él desarrolló la teoría de la ‘Forma abierta’, principalmente en la arquitectura pero también aplicable a la escultura por entonces, en donde planteaba que una obra de arte nunca está terminada, permaneciendo así abierta a la intervención de otra persona).

Tanto Hansen como Jarnuszkiewicz desarrollaron esta asociación entre profesor y alumno, quienes debían de indagar en la Realidad juntos. De hecho, el profesor es muchas veces enseñado por los estudiantes y viceversa. Se trata de un constante intercambio.

YV- Estas experiencias se extienden también a la forma en que te posicionas, en tu investigación artística, ante el individuo y la Sociedad; a lo que esperas y lo que puedes aprender de la gente…

AZ- Sí, es una continuación infinita. Es muy importante para mi trabajo el tener conciencia de que no soy más inteligente que la gente que participa en mis videos, incluso cuando ésta sea menos instruida o pertenezca a una clase social inferior. Siempre tendré que aprender de ellos y serán ellos los que, en última instancia, determinen qué ocurre en mi trabajo. La mayor parte de las veces simplemente doy el pie forzado, con el objetivo de provocar el desencadenamiento de eventos, de la misma forma en que ocurre en la vida real.

YV-¿Usualmente colaboras en equipo con especialistas de otras disciplinas cuando trabajas en proyectos como, por ejemplo, “La lección de canto” (The Singing Lesson); quiero decir, además de la gente que actúa en tus videos?

AZ- Es realmente nuevo el que personas de otras disciplinas aparezcan, tengan lugar en mis películas o participen en el proceso de producción, pero ha ocurrido unas pocas veces.

YV- ¿Serían únicamente parte del proceso, o coautores? ¿Podrían tomar decisiones o cambiar el resultado?

AZ- Hasta el momento, existe un solo ejemplo, pero espero que esta colaboración crezca. Existen científicos interesados en mi trabajo. Una socióloga me pidió ayuda en su investigación. Ella está interesada en las estrategias del arte porque abren posibilidades que no están permitidas en la ciencia debido a la estricta metodología científica. Ésta es la forma en que puedo ayudar o apoyar a alguien que viene del campo científico y necesita una extensión de las habilidades y las posibilidades que la ciencia le ofrece.

Pero, por supuesto, la cooperación mayor es a través de la revista “Crítica Política”. La gente que la dirige cree en el arte como un aliado efectivo en el trabajo social: en el proceso de creación de ideas políticas, de investigación y entendimiento de la Sociedad. Por eso colaboramos.

YV- ¿Esta colaboración también tiene lugar en tu obra?

AZ- Sí, cuando exploro sobre artistas o eventos de interés que luego pueda presentar en la Revista, estoy haciendo una actividad artística. Esto me interesa mucho. Es de mi incumbencia informar a la gente a través de la Revista sobre las posibilidades del arte, sobre su capacidad y lo que se puede lograr desde éste.

YV- Con esta pregunta, me refería más a tu interés en colaborar/absorber el conocimiento de otras disciplinas para tu investigación en video. Sin embargo, estás aún más interesado en extender tu espectro de acción, como artista, más allá del mero hecho de producir y exhibir obras.

AZ- Sí, me interesa ese abanico de oportunidades con que contamos los artistas.

YV- En ocasiones te has referido a las numerosas limitaciones de la escultura -medio en que te graduaste de la Academia.[vi] Consideras que la cámara de video permite tener una relación mucho más directa con la realidad y se hace más invisible, como filtro de lo real, para el público. Aún así, es recurrente en tus trabajos una narrativa de ficción: la mayoría de las veces impones pies forzados (situaciones extremas en su mayoría) a los actores, para que éstos reaccionen. “La Lección de canto”, por ejemplo, tiene un lenguaje de cámara muy dominante y gran simbolismo. ¿Pudieses hablar un poco sobre las dinámicas de representación y presentación de la realidad en tus piezas? ¿Cómo tienen lugar éstas y cuál es su rol?

AZ- Creo que en muchas ocasiones no entendemos bien la realidad y necesitamos una especie de estrategia artística que la “abra”: que la haga entendible, disponible. Pero en otras no. A veces es suficiente presentar la realidad.

He realizado una serie de películas simplemente sobre gente trabajadora. Una mujer que trabaja como moza de limpieza; otra en la caja registradora de una tienda; una tercera, que integra una línea de ensamblaje en una fábrica, realizando movimientos repetitivos; un trabajador de la construcción; un mecánico… Se trata de una galería de gente como ésta en diferentes países: México, Italia, Alemania, Polonia… Presento 24 horas de sus vidas: desde que despiertan, desayunan, van al trabajo, trabajan, regresan a casa, se encuentran con amigos, miran la televisión y luego se acuestan, duermen, se despiertan… y así.

Cada película tiene aproximadamente quince minutos y presenta únicamente la vida cotidiana, en bruto. Hay aquí una ausencia de estrategias o trucos artísticos. Creo que es suficiente en este caso.

Cuando un homosexual presenta en público su orientación sexual (“soy lesbiana, me gustan las mujeres; o los hombres”), se dice que él o ella ha “salido del closet”: se utiliza éste término. En el caso de estas películas, hay una especie de “salir del closet”. Esta gente dice con orgullo “soy un trabajador de la construcción”, “soy una moza de limpieza”.

Estas personas son invisibles en Polonia. Las encontramos todo el tiempo, pero no nos importan mucho. No están lo suficientemente representadas en la escena política. La mayoría es víctima del cambio económico; su salario es muy bajo y no tiene dinero para participar de un intercambio cultural, comprar libros o ir al cine. Así que, en mi opinión, era suficiente producir esta especie de “salida del closet” social.

YV- Tu trabajo, en sentido general, es bien radical. Proyectos de video como “Repetición” o “80064” han provocado numerosas controversias sobre la forma en que te aproximas a cuestiones sociales, políticas, históricas. Sin embargo, el trabajo dentro del movimiento de Crítica Política en Polonia me hace pensar no sólo en la crucial intervención que está ocurriendo en el pensamiento polaco contemporáneo; sino también en la demasiada confianza que pones en una estructura política clásica. Existen muchos ejemplos históricos de movimientos políticos e intelectuales que alcanzan el aparato estatal y se vuelven demasiado institucionalizados; se desvirtúan. ¿Acaso no sospechas del lugar a que pueda dirigirse este movimiento político?

AZ- El movimiento de izquierda polaco no quiere hacer una revolución.

YV- He leído varias declaraciones en los medios, en que se piensa a Sławomir Sierakowski[vii] como futuro leader político de la izquierda. Comentarios como el de Piotr Zaremba, publicista de derecha, describen un futuro prometedor en este sentido: “La observación [… de] que en unos cuantos años los niños serán educados por aquellos que están siendo educados hoy por “Crítica Política” es bien creíble. En unos años, tendremos una sociedad completamente nueva […mayormente porque] la derecha polaca no tiene opinión, ideas o herramientas para lidiar con muchos asuntos cruciales. Lo que sí tiene, sin embargo, es un adversario consciente de sus propósitos. El poder de persuasión de los círculos que forman “Crítica Política” es muy fácil de observar.”[viii]

¿Crees entonces que este excesivo entusiasmo en la toma política de Sierakowski, en la posibilidad de una revolución, sean sólo conjeturas?

AZ- Definitivamente. El propósito de este grupo de izquierda es producir ideas políticas que no son muy bien conocidas en Polonia. Por eso se trata de publicar muchos textos, tanto de autores extranjeros como de escritores polacos. Esta es la primera tarea: producir ideas y darle a la gente la posibilidad de entrar en contacto con ellas. Propiciar la reflexión sobre la situación polaca después del gran cambio de los 80s. En el futuro puede que tenga únicamente una meta política: establecer un partido político. Ahora sólo tenemos partidos de derecha y centro.

Existe un partido de izquierda, compuesto por comunistas y post comunistas, pero todavía no es muy fuerte.

Nosotros observamos lo que la gente de derecha hizo en Polonia, que podría considerarse una revolución derechista disimulada: presidían el parlamento y el gobierno. La sociedad estaba cada vez más controlada. La policía estaba en todas partes. La gente era enjuiciada y tenía que pagar altas multas si, por ejemplo, iban borrachos en bicicleta y no llevaban consigo una licencia de conducción. Comenzaron a sentirse oprimidos por un control cada vez mayor. Los derechistas produjeron paranoia en la sociedad.

Pero de alguna manera fue bueno que hubiese una respuesta democrática a este movimiento. Este período terminó con las nuevas elecciones. Todavía tienen una fuerte presencia en el parlamento y conservan algunas ideas sobre el control permanente, que realmente no queremos.

No nos proponemos hacer una revolución. Esa es la fantasía de algunas personas, especialmente luego de publicar libros de pensadores tan radicales como Slavoj Zizek en “Revolution at the Gates” y cosas por el estilo.

YV- Además de la organización de conferencias, presentaciones, lanzamiento de libros, etc. en Varsovia, la revista se está expandiendo. Está creando una red de clubs en diferentes ciudades, que son vistos por esta propia institución como “…el primer intento de construir fundaciones institucionales sólidas con el objetivo de realzar el compromiso e integración de un amplio grupo de gente joven a la hora de revivir el ethos de [una] inteligencia polaca” [ix]

Dentro de este contexto, ¿qué es ‘Żmijewski’s Fest’?

AZ- Sí, está la idea de constituir pequeños clubs, como lugares en que la gente se pueda encontrar y crear eventos culturales y debates políticos. ‘Żmijewski’s Fest’ fue el título de uno de estos eventos, en donde yo presentaba entre diez y quince de mis películas y luego seguían discusiones. Tuvo lugar en Posland, una ciudad grande no muy lejos de la frontera con Alemania. La revista organiza tres días de presentaciones de cada autor.

YV- ¿Podrías comentar un poco acerca de tu rol como editor de arte y el tipo de trabajo y artistas que te interesan? Sé que Cuerpos temblorosos (Trembling Bodies) es una serie de entrevistas a artistas que has realizado y reunido en un libro…

AZ- El libro fue publicado, por primera vez, hace dos años. Ahora tenemos la segunda edición. Espero que pueda ser traducido al inglés. Estoy tratando de publicarlo en Europa, de modo que sea accesible a un público extranjero.

YV- ¿Quiénes son estos artistas? ¿Son únicamente polacos?

AZ- Sí, aunque no todos viven en Polonia en este momento. He estado realizando entrevistas a colegas de la Academia y también a otros artistas. Un día me percaté de que tenía más de veinte entrevistas y podía hacer un libro. Fue muy interesante el poder reunir testimonios no sólo acerca de la experiencia artística, sino también sobre la experiencia de vida de esta gente: sobre sus viajes, sobre sus sentimientos religiosos y sus “iluminaciones”, sobre cuestiones políticas, etc.

La forma típica de entrevistar artistas es preguntarles acerca de sus ideas artísticas; sobre el significado de éste o aquel trabajo. Pero nunca nadie pregunta, por ejemplo, acerca de su iluminación religiosa o su creencia en Dios; sobre sus viajes alrededor del mundo o sus opiniones sobre Política y Sociedad. Creo que en este libro hay un amplio espectro de opiniones. Éstas me interesaban más que sus obras, porque muchas de ellas son aburridas.

A veces el arte es aburrido y ahí es donde la vida se hace más interesante.

YV- En otro orden de cosas -y con el ánimo de finalizar, si te parece bien- quería hablar de tu (breve, pero imagino intensa) experiencia en Cuba por estos días. ¿Cómo sentiste fue la reacción del público luego de tu presentación en Criterios?

AZ- De hecho, no sé bien. No hubo muchas preguntas o reacciones inmediatas. Debo decir que incluso después de algunos días en La Habana, la sociedad cubana es aún un misterio para mí.

YV- ¿Cómo relacionarías proyectos como el de la Cátedra de Arte de Conducta o Criterios (que proveen miradas culturales y académicas alternativas a la escena oficial habanera) con lo que está pasando en el contexto varsoviano hoy? ¿Existen proyectos similares, además de la Revista? ¿Los crees efectivos, a la larga?

AZ- No existen proyectos así en Polonia. Hay algunos lugares en donde se puede trabajar como artista y conocer otros profesionales con mayor experiencia, artistas reconocidos, etc. Sin embargo, no se trata de una situación académica como ésta. El sistema de educación artística en Polonia debe de ser cambiado completamente. No es suficiente producir una escuela alternativa. Es necesario renovar el sistema oficial mismo.

En este caso, preferiría poner un ejemplo que no es de Polonia, sino de Palestina. El ejemplo de un teatro en Jenin -antiguo campo de refugiados palestinos, que hoy es simplemente una ciudad cisjordana ocupada por los israelitas. Su situación es catastrófica. Tienen agua, comida, electricidad, pero están ocupados físicamente. La gente es asesinada o sufre una violencia directa. Hay una pobreza total.

Ellos intentaron reaccionar y crearon un teatro que podría decirse es un equivalente de la academia de arte alternativa. Su propósito principal es producir líderes para el movimiento político. Quieren enseñar a gente que sea capaz de participar en la actividad política en el futuro. Este es el ejemplo que prefiero.

Cuando le comentaba a Tania Bruguera al respecto, ella me decía: “el arte no es suficiente”. Por supuesto, yo estuve de acuerdo: el arte no es suficiente. En esta situación, debiera de haber otro propósito en la actividad artística. Es necesario producir líderes, gente que esté consciente de lo que está pasando.

La Habana, 20 de diciembre del 2008.

[i] Recientemente traducido al español por Desiderio Navarro para su publicación en Criterios, No. 36, 2008.

[ii]“Art Most Not Always Speak Meekly”; Artur Żmijewski in conversation with Mikl ós Erhardt. En: http://www.landofhumanrights.eu/eng/project/budapest/interview_miklos_eng.pdf

[iii] Grzegorz Kowalski (1942-) es artista, curador y uno de los pedagogos polacos más influyentes del siglo pasado. Desde inicios de los ochenta pone en práctica su proyecto de enseñanza ‘”Espacio Común, Espacio Privado” en la Academia de Bellas Artes de Varsovia.

[iv] Se trata de la implementación de un número de reglas sencillas en el aula, con el objetivo de involucrar y comprotemeter a los participantes en un proceso de creación colectiva. Entre las principales prerrogativas del proyecto está el que los alumnos de la clase trabajen, a la vez, desde un espacio privado y uno común (colectivo): áreas que generalmente se integran y expanden de forma rápida.

[v] Comentario de Artur Zmijewski: “De hecho, en Polonia no ha habido una crítica al arte burgués. Está el libro The Rules of Art (Las reglas del arte), de Pierre Bordieu: probablemente es ésta la crítica más fuerte a la posición del artista en la sociedad y sobre lo que significan ‘arte’ y ‘artista’ dentro de ella. Tuvimos la experiencia del Realismo Socialista, pero se trata de algo diferente”.

[vi] “Soy escultor. Desafortunadamente, la capacidad expresiva de la escultura es muy limitada. He tratado de describir con mi cámara cosas que he encontrado imposibles de esculpir. El filme resultó un medio más flexible”. Declaración del Artista. En: (http://www.baltic-gallery.art.pl/archiwum/zmijewski/index_e.html )

[vii] Sławomir Sierakowski es un joven sociólogo que funda y dirige la Revista “Crítica Política” en Varsovia, desde el 2002.

[viii]Zaremba, Piotr. En: ‘Dziennik’, 12 de abril, 2008. (Citado en: “Political Critique is…”. Documento PDF. Descargado de: http://www.krytykapolityczna.pl/dmdocuments/What_is_Political_Critique.pdf)

[ix] “Political Critique is…” Idem